Si tienes la piel grasa es porque las glándulas sebáceas de tu piel producen demasiado sebo. El sebo es ese aceite natural que protege e hidrata tu piel. Ya no es un secreto que este aceite es imprescindible si deseamos tener una piel sana. No obstante, cuando se origina en exceso puede provocar la obstrucción de los poros y, por lo tanto, acné. En consecuencia, mantener un balance requiere que una persona convierta el cuidado de su piel en un hábito regular.
Aunque quisiéramos tener una tez envidiable todo el tiempo, la verdad es que la piel grasa tiene sus grandes ventajas. La humedad que produce la piel grasa ralentiza el proceso de envejecimiento. Los aceites pueden reducir la apariencia de líneas finas, por lo que es posible que no tenga que preocuparse por invertir en cremas, productos o tratamientos antienvejecimiento.
Además, el ser el aceite una forma de humedad, la piel se mantendrá naturalmente hidratada y más suave. A diferencia de una persona con piel naturalmente seca, es posible que no tenga que invertir en tantos productos humectantes. Tampoco tiene que preocuparse por la piel seca o descamada en su rostro.
Desarrolla una rutina de limpieza adecuada
La mayoría de las personas piensan que cuando se tiene la piel grasa, es necesario lavar el rostro con mucha frecuencia y parece lógico, pero una limpieza excesiva puede activar una mayor producción de sebo.
Por ende, se recomiendan lavar su rostro de la siguiente manera:
- Lavarse la cara dos veces al día para mantener los poros limpios y sin obstrucciones.
- Minimiza el uso de un exfoliante a solo unas pocas veces a la semana.
- Invierte más en papeles secantes y polvos para controlar la grasa, especialmente si usas maquillaje durante todo el día.
- Considera comprar un producto de limpieza que contenga peróxido de benzoilo o ácido salicílico.
- Busca un tratamiento facial específico para pieles grasas.
Seca tu rostro con palmaditas
Una vez laves tu rostro y apliques un tóner, es recomendable secarse la piel con palmaditas y con una toalla suave. Recuerda hacerlo con cuidado. No es buena idea secar con agresividad la piel o utilizar una tela áspera, ya que puede estimular la piel a crear más sebo.
Utiliza papeles secantes y/o almohadillas medicinales.
Los papeles secantes han sido diseñados especialmente para eliminar la grasa de la piel. Estos papeles secantes no tratan la producción de sebo en la piel, pero pueden usarse para quitar el exceso de grasa durante el día y hacer que parezca menos brillante. También podrías probar almohadillas de tela medicadas con ingredientes limpiadores, como ácido salicílico o ácido glicólico. Estos pueden ayudar a eliminar el exceso de grasa y a la vez limpian los poros de la piel.
Uso adecuado de una mascarilla facial
Las mascarillas faciales naturales resultan beneficiosas para tratar la piel grasa. Sobre todo, las que contienen los siguientes ingredientes:
- Arcilla. Las mascarillas con minerales como la esmectita o la bentonita son capaces de absorber el sebo. De tal manera, que reducen el brillo de la piel y los niveles de aceites sin irritar la piel. Solo se recomienda usar de manera ocasional para evitar sequedad en la piel.
- La miel. La miel natural tiene cualidades antibacterianas y antisépticas. Una mascarilla de miel durante pocos minutos puede disminuir el acné y el exceso de grasa mientras mantiene la suavidad de la piel.
- La harina de avena. La avena coloidal ayuda a mantener limpia la piel. La avena contiene agentes limpiadores, antioxidantes y antiinflamatorios que alivian la piel cuando está irritada.