Occidente demuestra su fascinación por la cultura japonesa

Advertisement

Japón ha logrado reinventarse luego de los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial, y hoy día se posiciona como una de las principales guías en la economía global. Pero, su potencial se extiende mucho más allá, consiguiendo ser un referente cultural en la actualidad, conquistando muchos territorios de occidente.

Incluso durante una temporada de declive en la economía mundial, la industria nipona logra sostenerse y convertirse en una base sustentable de dicho país. Pero, ante todo, la animación del territorio asiático tiene mucho material que ofrecer, explotando grandemente la imaginación y el arte conceptual.

Sin embargo, esto no siempre fue así, y la animación japonesa sufrió un cambio bastante marcado durante las últimas tres décadas. En un principio, en Japón hubo cierta atracción por un mundo de ensueño y mágico, explorando la fascinación por los escenarios, permitiendo al espectador soñarse dentro de otro lugar.

Esta sensación de fantasía arraigada a Japón ha despertado el interés de muchos escritores y editoriales en los últimos años. Basta con saber la cantidad de editoriales interesadas en el tema, entre las que se pueden nombrar: Verbum, Satori, Hiperión, Bellaterra, Atalanta, Sans Soleil, Candaya, Siruela, entre otras.

También se puede saber más sobre dicha fascinación hacia la cultura nipona al leer los productos de Ronald Keene. O bien, la traducción de estas cinco conferencias: Los Placeres de la Literatura Japonesa, que reúne una síntesis sobre la estética y la cultura de la nación; Apuntes y Notas del Japón Tradicional, que reúne una serie de temas con la intención de acercarse a las tradiciones del territorio; Cosas de Japón, también retratando aspectos sobre las tradiciones; El diccionario de la Cultura Japonesa, con 3400 entradas y un mapa cartográfico para no perderse dentro de cuestiones culturales; La Soledad del País Vulnerable, en la que se despliegan temas sobre la sociología e historia de Japón.

Por su parte, en la literatura del país también destacaron los Ukiyo-e, que se traducen como “Estampa japonesa” o “Pinturas del mundo flotante”. Se trata de grabados realizados por medio de la xilografía y que se comerciaban mucho debido al “japonismo” del siglo XIX. Estos eran muy populares debido a su facilidad para transportarlos, ya que venían enrollados y se consideraban como parte del modernismo posterior en el arte.

Estos son conocidos como los antecesores del Manga, que a su vez consigue generar el producto final dentro de la cultura nipona, y uno de los pilares de esta industria: El anime.

Tanto el manga, como el anime, son los productos centrales dentro de la comercialización cultural del país, generando nuevas oportunidades para mostrar la realidad de su nación. Es un formato en el que, tanto padres, como niños y adolescentes hallan un lenguaje para expresar lo que sienten.

Sus producciones han logrado llegar a gran parte del occidente, entre las que se destacan verdaderas obras de arte filmográficas como La Tumba de Luciérnagas o Mi Vecino Totoro. En muchos de estos productos, no solo se expresan inquietudes de la cotidianidad, sino que se deja en evidencia la cultura tan profunda y las costumbres arraigadas al estilo de vida de Japón.

Advertisement
Advertisement